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LA DEUDA PÚBLICA EN ESPAÑA


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LA DEUDA PÚBLICA EN ESPAÑA

Vicente Montejano Conejero - farodevigo.es

Si, pacientemente, uno se mete en el capítulo económico y hace números averigua que gran parte del endeudamiento institucional en la última década es como consecuencia de la gestión de los conservadores, en los respectivos gobiernos: municipal, autonómico y estatal.

Pese a que el PP mantuvo y mantiene su acusación de culpar de la deuda a la época de Gobierno de Zapatero, tal aseveración se contradice con lo expuesto por estadísticas oficiales y de organismos como el Banco de España, que desvelaba que "tres cuartas partes del colosal volumen de endeudamiento que soportan las administraciones españolas procede de sus gestores".

Los últimos tres presidentes del Gobierno dejaron una España más endeudada que la que se encontraron. Con José María Aznar, las administraciones públicas debían 293.040 millones de euros. Cuando se fue, 389.000 millones. En su haber, una economía que a base de la burbuja inmobiliaria creció con fuerza. Así que, en relación a la riqueza española, Aznar sí redujo los compromisos: pasaron de una tasa del 60% del PIB al 47%. Con José Luis Rodríguez Zapatero, desde abril de 2004, la deuda vivió luces y sombras.

En su primera etapa, los números rojos bajaron al 35% del PIB (en junio de 2008). Pero con la crisis financiera y el crash inmobiliario, el saldo deudor fue sin duda negativo, elevándose la deuda a 624.238 millones, casi el 70% de su PIB.

Siguiendo con datos específicos del Banco de España, casi la mitad de lo que aumentó la deuda pública desde 2007, fue como consecuencia de las gestiones efectuadas por los gestores del PP, pues la cuantía antes citada se rebasó al sumarse 316.212 millones de la primera de Rajoy, más otros 55.669 millones entre enero de 2016 y junio de 2017, logrando que el endeudamiento alcanzase a finales de dicho año los 996.119 millones de euros.

Otro punto del que hizo gala Rajoy se refirió a la estabilidad económica, anotando que a su llegada en 2011, se cerró con más de 4,4 millones de parados, cifra récord de ese año y uno de los peores momentos de la crisis económica, no solo para España sino para Europa, rebajándose dicha cifra por una reforma laboral no bien vista con unos niveles de precariedad laboral definida en función de la inestabilidad en el empleo, menores ingresos y menor accesibilidad a prestaciones y beneficios sociales.

En cuanto a Investigación y Desarrollo (I+D), el Gobierno de Rajoy tuvo poco en lo que destacar positivamente: en 2012, la inversión fue del 0,25 por ciento del PIB, cifra que fue cayendo a razón de un 0,01 anual -salvo en 2015 que se mantuvo igual al año anterior, llegando al final al 0,22 por ciento en 2016-. Entonces, España se hallaba en una posición bajada, en el puesto 29, por detrás de países como Hungria, República Checa y Malasia.

Las cuantías de las dos primeras décadas de este siglo se quedan ahora chiquitas. Justo al cierre de su mandato, en junio de 2018, la deuda pública española volvió a marcar otro récord histórico, alcanzando un total de 1.163 billones de euros. Más que nunca, tras haberse triplicado en una década, con gran incidencia en el Gobierno central y en la comunidad de Madrid, controlada por los conservadores.

Y con respecto a la hucha de las pensiones, se empezó a sacar dinero en el año 2012 y hoy el fondo está casi agotado. Llegó a tener casi 67.000 millones tras 12 años doce años de aportaciones. Actualmente, solo cuenta con 5.000 millones.

https://www.farodevigo.es/cartas/2019/05/19/deuda-publica-espana/2107836.html