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IRAK: BASE ESPAÑA. 12 AÑOS DE IMPUNIDAD


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IRAK: BASE ESPAÑA. 12 AÑOS DE IMPUNIDAD

Amnistía Internacional

“Esta es una mancha en el historial del Ejército español. No se han hecho todos los esfuerzos para identificar a víctimas y responsables de los abusos. Si no se hace justicia, estos actos de tortura planearán sobre la actuación de las tropas españolas.

Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España

 

Soldados españoles en Irak, torturas sin justicia (vídeo publicado por El País en 2013) ->

https://www.youtube.com/watch?v=kvtrbhn-qkE&feature=youtu.be

El periódico El País publicó en 2013 éste vídeo donde se ve a cinco soldados españoles propinar patadas e infligir malos tratos a dos prisioneros que estaban bajo su custodia en el Centro de Detención que mantenían en Irak, en 2004. Los rostros de los soldados españoles aparecen pixelados en dicho vídeo.

Ya van 12 años sin justicia, además de que la investigación realizada por la justicia militar está repleta de irregularidades

En la imagen, dos prisioneros de la celda de Base España, en Diwaniya, son torturados por un grupo de soldados españoles en 2004. Un caso que se conoció nueve años más tarde, en 2013, cuando el periódico El País publicó este vídeo de 45 segundos en el que cinco soldados españoles maltratan a los dos prisioneros que estaban bajo su custodia en el Centro de Detención que mantenían en Irak. Los rostros de los militares españoles aparecen pixelados.

Se les escucha gemir en el suelo. Quejidos guturales que surgen de lo más profundo del dolor. Si no fuera por eso, sería difícil distinguir que se trata de personas. Lo único que se ve en el vídeo es un bulto negro que se retuerce a cada golpe.

IRREGULARIDADES EN LA INVESTIGACIÓN MILITAR

Doce años después todavía no se ha hecho justicia. Amnistía Internacional ha revelado cómo la investigación llevada a cabo por la justicia militar estaba repleta de irregularidades.

Testigos que se retractan, presiones que no se investigan con exhaustividad, registros de detenidos extraviados, testimonios descartados injustificadamente…

A pesar de que las torturas fueron reconocidas en sede judicial, la investigación militar resolvió sobreseer el caso de forma provisional en septiembre de 2015. ¿La consecuencia? Nadie ha respondido todavía por este crimen internacional.

La investigación no cumplió con las exigencias de exhaustividad contempladas en los estándares internacionales. La Fiscalía Militar asegura que no hay testigos válidos que afirmen que se produjeron los malos tratos y las torturas; sin embargo, la investigación contó con el testimonio del soldado que grabó el vídeo (aunque luego se desdijo) y de otro militar que vio la grabación original sin pixelar, lo que le permitió reconocer a algunos de los presuntos autores, y cuya declaración se desestimó.

La documentación en poder de Amnistía Internacional sugiere que los dos testigos podrían haber sufrido amenazas y presiones para retirar su testimonio y no contar lo que sabían.

No es la única prueba. Además de estos testimonios, la justicia militar contaba con la identificación de la celda donde se cometieron las agresiones, la acreditación documental de detenidos iraquíes en el periodo en que sucedieron los hechos e intervenciones telefónicas de personas implicadas en el caso y sus familiares al respecto de las supuestas torturas. Indicios que no han sido investigados adecuadamente al declararse el sobreseimiento del caso.

Por si fuera poco, no hay ni rastro del libro de registro de detenidos en Irak. Nadie ha aclarado ni investigado cómo o por qué se produjo su pérdida.

LOS AÑOS PASAN, LA IMPUNIDAD CONTINÚA

Ante la falta de independencia e imparcialidad en la justicia militar para la investigación de crímenes de derecho internacional sólo hay una salida: que la causa se transfiera a la jurisdicción ordinaria y continúe la búsqueda de la verdad.

Hay dos hechos que arrojan cierta esperanza en la resolución del caso: por un lado, la investigación sólo se ha archivado “provisionalmente”, no de forma definitiva; por otro, la Fiscalía General del Estado ha mostrado predisposición en todo momento para proporcionar información a Amnistía Internacional.

Aún hay tiempo para reabrir esta investigación si, por ejemplo, se tiene en cuenta la información que demuestra que ha sido irregular o si aparecen más pruebas. Las risas de los soldados que maltratan a los prisioneros iraquíes resuenan como un eco siniestro cada vez que se pulsa el play del vídeo grabado hace ya doce años. La impunidad que planea sobre el caso también. Es hora de que la justicia prevalezca.

Más en profundidad: torturas cometidas por soldados españoles en Irak: 12 años sin justicia ->

https://doc.es.amnesty.org/cgi-bin/ai/BRSCGI.exe/EUR4110016-27660%20Torturas%20Irak?CMD=VEROBJ&MLKOB=35209762728